Mantengamos en la mente aun ese odio, ese rencor ese miedo que entregaron los judíos a Jesús, ahora leamos este testimonio:Yo mismo tengo motivos para tal confianza.
Si cualquier otro cree tener motivos para confiar en esfuerzos humanos, yo más: circuncidado al octavo día, del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura cepa; en cuanto a la interpretación de la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que la ley exige, intachable. Filipenses 3:6 (NVI).
Este era Saulo es decir lo que posteriormente seria el Apóstol Pablo, quien con un celo enfermizo persiguió a los discípulos de Jesús hasta el extremo de arrojarlos a sus verdugos quienes les apedrearon y el presencio la muerte de Esteban, sin embargo el mismo después de que Jesús mismo le apareció un día en el camino (iba a Damasco a atrapar mas cristianos) fue entonces que este Judío quien creyó en la resurrección de Jesús a quien el deseaba destruir sin conocerle e increíblemente se convirtió en uno de los mas grandes seguidores, en un ministro que dedicaría su vida a viajar por todo el mundo conocido de su época con el mensaje de amor del evangelio, e inspiraría a mas y mas personas de otras épocas a seguir a su Señor Jesús a quien tanto defendió hasta el día que entrego su vida por el.
Este cambio tan radical solo se podría explicar por el milagro de la resurrección. Ahora todavía puede usted decir que Jesús no hubiera resucitado; recordemos primero que ya vimos que es imposible que hubiera librado la muerte de la cruz, pero ciertamente podría ser cierto que no hubiera resucitado hagámonos la siguiente pregunta:
tenia Jesús el poder para resucitar, claro que si el dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?. Juan 11: 25 (NVI).
Ahora usted podría decir que simplemente el mintió, yo podría decirle a usted mil mentiras sin darle evidencias de que lo que digo es verdad, pero Jesús después de decir estas palabras con solo el poder de su palabra resucito a Lázaro dando pruebas mas que suficientes de su poder (le quedan aun dudas de su poder).
Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: —¡Lázaro, sal fuera! El muerto salió, con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. Juan 11: 43-44.Gracias a Dios por este milagro que obro en Lázaro, que demostró su poder al resucitar a Lázaro y que obro el milagro de resucitar el mismo al tercer día; porque gracias a esto tengo la seguridad que yo tambien resucitare, que cuando muera será solo para esperar el día glorioso en que el mismo nos llamara para estar en su presencia hasta el fin y nos dará nueva vida, una vida que ya no tendrá fin; ¿tiene usted esta esperanza viva en su corazón?
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